El Gobierno puso en marcha una ronda de consultas internas para instrumentar un bono de fin de año para los trabajadores del sector privado, ante la pérdida del poder adquisitivo que les provocó el aumento de la inflación.
Tras la presión pública que ejerció el kirchnerismo para que se avance con una suma fija, el presidente Alberto Fernández le asignó el asunto a sus ministros Sergio Massa (Economía) y Kelly Olmos (Trabajo). Los ministros se reunirán la semana próxima; la alternativa era otorgar una “suma fija”
Según se supo, el bono partiría de un piso de $30.000. , la suma que acordaron los gremios estatales UPCN y ATE en la paritaria con el Estado nacional, que engloba a 3,3 millones de agentes públicos. Hasta el momento, los funcionarios no dieron precisiones sobre la posibilidad de que el bono sea extendido a sectores informales de la economía.