El ministro de Economía Sergio Massa, anunciará la medida en el día de hoy. Según adelantaron, cualquiera podrá pagar sus importaciones bajo esta modalidad y luego ingresar la mercadería al país. Además la aprobación se conseguirá de manera automática.
Sergio Massa anunciará una de las medidas más trascendentales desde que asumió el ministerio de Economía. Las empresas que precisen importar y no logren la aprobación podrán hacerlo si pagan con sus propios dólares.
El sistema se denominará “sin acceso”, en relación a que los interesados no tendrán que acceder al MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) para acceder a las divisas que precisan para importar. Esto significa que el Banco Central y AFIP habilitarán una ventanilla especial para atender estos casos. El nuevo SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) le pregunta a las empresas si eventualmente cuentan con dólares para efectuar la operación. En ese caso, de manera automática pasarían a una nueva “ventanilla” que se habilitará específicamente para atender a estos casos.
Los bienes o servicios que ingresen bajo esta modalidad lo harán, por lo tanto, a un tipo de cambio cercano a los $ 300, que es en definitiva el costo de reposición de esas divisas.
A partir de aquí surgen algunas incógnitas. La primera es si se trata de una medida inflacionaria. Al ingresar insumos o incluso bienes finales al tipo de cambio financiero es posible que esos productos se encarezcan. Pero al mismo tiempo se supone que podría haber más oferta de bienes importados, lo cual actuaría como una suerte de freno para las remarcaciones que se dan en sectores como indumentaria.
Esta medida implica un verdadero cambio de paradigma. Sucede que por primera vez desde que existe el cepo cambiario que se habilitará un mecanismo de importaciones que no pase por el mercado oficial. El objetivo de Massa es cuidar todo lo posible las reservas. Se supone que una importante cantidad de empresas que no consigue la aprobación rápida para importar terminará entrando la mercadería al dólar financiero. Por lo tanto, se trata de una decisión que no impacta sobre las reservas del BCRA.