De qué se trata el casamiento “carbono neutral” que se realizó por primera vez en Argentina

Martina y Jaime se convirtieron los primeros de Argentina en realizar un casamiento carbono neutral, llevado a cabo en el mes de octubre y que tuvo lugar en Ingeniero Maschwitz, en la provincia de Buenos Aires

Organizar una boda, además de llevar tiempo y dinero, requiere estar en cada detalle de lo que será el gran evento, en el que se busca celebrar al máximo el amor. El menú, el DJ, la decoración y los invitados son factores fundamentales que los novios tienen en cuenta a la hora de comenzar a planear la fiesta de sus sueños. A esta larga lista, Martina Costa Paz y Jaime del Sel decidieron agregar un aspecto más: mitigar el impacto ambiental de su celebración. La pareja se convirtió en la primera de la Argentina en realizar un casamiento carbono neutral, llevado a cabo en el mes de octubre y que tuvo lugar en Ingeniero Maschwitz , en la provincia de Buenos Aires.

El cuidado del medio ambiente, comenzó a marcar la agenda internacional, debido al gran impacto que el accionar humano ha causado en el planeta. Diversas acciones se llevan a cabo para generar conciencia sobre esta gran preocupación y también para poner en marcha planes en búsqueda con el fin de mitigar esta cuestión, ya que por ejemplo pequeños cambios de hábitos suman a la causa. En este contexto, una pareja argentina se convirtió en la primera en poner en marcha una boda carbono neutral.

Martina y Jaime comenzaron con sus planes de boda con la ilusión de tener una noche mágica e inolvidable para celebrar su amor con sus seres queridos. Por supuesto, estuvieron en cada detalle para que esto ocurriera. Pero además de pensar en la decoración y el menú, entre otros aspectos, la pareja no podía dejar de pensar en el impacto que su gran noche generaría en el medio ambiente, una preocupación que la une.

Es por este importante aspecto que ambos decidieron que su boda también fuera pensado con este eje fundamental. Conocer The Carbon Sink los llevó a poder cumplir con su objetivo y llevar a cabo un evento carbono neutral. Esta acción busca mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero con planes de acciones para reducir, compensar o remover esto.

The Carbon Sink es la primera empresa regional que tiene como objetivo medir y compensar dióxido de carbono, por ello junto a Martina y Jaime trabajaron en conjunto para lograr con el objetivo de la pareja. Para ello, se analizaron las actividades que se realizaron en torno a la boda, como los viajes de los invitados, de los proveedores, el consumo de la energía, el tratamiento de los residuos, el hospedaje, los servicios tercerizados, entre otros, para conocer las fuentes de las emisiones de dióxido de carbono.

En torno a esta cuestión, cada invitado recibió un formulario que debía completar para colaborar con la contabilidad de estas emisiones. Allí muchos de ellos conocieron de qué se trataba el plan de acción y otros tantos celebraron el gran movimiento que realizó la pareja.

Una vez que todos los involucrados cumplieron con su parte, la empresa realizó el análisis correspondiente que reveló que el casamiento generó 6 toneladas de CO2, equivalente a 4,3 algarrobos cortados por año, 46.735 km. “Una vez que calculamos la cantidad de dióxido de carbono que generararía el evento, les presentamos a la pareja una serie de opciones de proyectos de captura de carbono certificados que tenemos para poder compensar y neutralizar dichas emisiones”, comenta Federico Falcón, director de The Carbon Sink.

Luego que la pareja conoció la información tomó la decisión de hacer la compensación con bonos certificados de Corredor de los Cedros, que se trata de un proyecto de conservación y manejo forestal de bosques nativos en Jujuy, Argentina. Ellos buscan evitar la destrucción de miles de km2 de bosques nativos, lo que incluye la conservación de diversas especies de animales autóctonos.

Esta fue la respuesta que encontraron Martina y Jaime para continuar con sus acciones respecto al cuidado del medio ambiente. “Recomendamos 100% hacer – no solo una boda- sino cualquier fiesta carbono neutral, porque la situación climática está llegando a un punto de no retorno y, cada uno, desde su lugar y con sus recursos, debe aportar lo que pueda para reducir su impacto, cuidar el planeta y dejarlo mejor de lo que lo recibimos. Además, realmente es un proceso mucho más sencillo y económico de lo que se puede llegar a suponer”, afirmaron ambos, tras la gran experiencia que vivieron.