La pyme Kovi fabricó más de 10.000.000 de barbijos Atom Protect y facturó $1.500 millones, aunque hoy los tapabocas representan apenas el 10% de su producción
Al ritmo de la caída de los contagios de Covid y la flexibilización de casi todos los protocolos sanitarios, ya casi no hay presencia del barbijo en ningún ámbito: en la calle no es obligatorio desde octubre de 2021, mientras que en el transporte público ya es una excepción y no la regla.
En este contexto, Gontmaher explica que los niveles de producción del “superbarbijo” del Conicet están en el mínimo, muy lejos de los picos que alcanzaron en 2021, cuando la demanda fue muy alta producto de la cantidad de casos de coronavirus. “Hoy es un remanente, un 10 por ciento de lo que se fabricaba en los momentos de mayor producción”, cuenta.
Los primeros barbijos del Conicet vieron las calles en agosto de 2020, con la novedad de un diseño llamativo, que era capaz de eliminar el virus del SARS-Cov-2 en cinco minutos y ayudar a evitar contagios. Costaban menos de 400 pesos, pero duraban de 10 a 15 lavados. Al principio, fueron de un color celeste, aunque rápidamente cambió a un tono violeta. El furor fue total y luego empezaron a aparecer otros diseños, primero en gris, luego en negro. Con el tiempo, también salieron a la venta otros productos, como sanitizantes y jabones, siempre con tecnología antiviral.
Dos años más tarde, Gontmaher adelanta dos nuevos productos que lanzarán en menos de dos meses: por un lado, colitas para el pelo que eliminarán los piojos y evitarán el contagio, “ideales para los más chicos”; y ropa “anti-mosquitos”, un plan en el que trabaja el empresario junto a su equipo de investigadores hace más de dos años.
“Fue una etapa de crecimiento y aprendizaje”
“La compañía creció mucho, tenemos cuatro veces el personal que teníamos al comienzo de la pandemia”, explica el empresario, que continúa el trabajo conjunto con investigadores del Conicet y la Universidad Nacional de San Martín, pero que además sumó expertos en nanotecnología a la planta de su empresa “para hacer desarrollos inteligentes”.
Dentro de un mes, Atom Protect lanzará una línea de colitas para el pelo “que repelen piojos”. “Es un problema para los chicos en general que van al colegio, y con estas colitas se ahuyentan, se impide el contagio, y si ya saltaron a la cabeza, repele para que no haya un contagio masivo”, se entusiasma el empresario, que aclara que a pesar de la fuerte inversión no será un producto costoso.
En paralelo, dentro de pocas semanas terminarán de desarrollar la ropa “repelente de mosquitos”. “Nos ayudará a combatir el dengue, pero también evitará la molestia de los mosquitos. En el presente, la empresa ya tiene un repelente en aerosol de acción prolongada, capaz de evitar que se acerquen insectos. “También estamos en el desarrollo de Atom Pet, para perros, para ahuyentar pulgas”, agrega el empresario.