La oveja Dolly se hizo famosa en el mundo entero cuando nació el 5 de julio de 1996 a partir de la clonación de la célula del tejido mamario de una oveja finlandesa-Dorset de seis años
Un día como hoy, se impone una visita al Museo Nacional de Escocia para conocer a la primera oveja clonada del mundo, Dolly. Allí se exhibe su cuerpo embalsamado, que dejó de latir hace 20 años, el 14 de febrero de 2003.
La oveja Dolly se hizo famosa en el mundo entero cuando nació el 5 de julio de 1996 a partir de la clonación de la célula del tejido mamario de una oveja finlandesa-Dorset de seis años, es decir de una oveja adulta, un método que revolucionó la ingeniería genética y trajo muchos interrogantes.
Dolly fue el primer mamífero clonado de la historia y sus “creadores” –en el sentido pleno de la palabra- fueron dos científicos del Instituto Roslin de Edimburgo, en Escocia.
Los británicos Ian Wilmut y Keith Campbell, de ellos se trata, fueron el embriologista y el biólogo que crearon la técnica revolucionaria que hizo nacer a Dolly no de un óvulo joven ni de un embrión in vitro sino de la célula adulta que tomaron de la mama de una oveja. Es decir, si la comunidad científica no se escandalizara hasta podría generalizarse la osadía diciendo que Dolly fue gestada a partir de una “teta”.
Dolly, la oveja clonada
Dolly marcó un antes y un después en la ciencia y también en la ética científica. Luego de los brindis y celebraciones por el éxito de la creación de una oveja de laboratorio, desde muchos sectores se preguntaron para qué servía hacer nacer una oveja que vivió toda su triste vida en un hospital, el Instituto Roslin de Edimburgo, encerrada y manipulada para que pariera a seis corderos y muriera prematuramente, con una inyección letal.
Dolly, gestada a partir de una “teta”
La oveja iba a tener otro nombre menos sexy, “6LL3”, pero como había nacido de la célula mamaria de una oveja, a su creador se le prendió la lamparita.
“Dolly proviene de una glándula mamaria, y no pudimos pensar en un par de glándulas más impresionantes que las de la cantante Dolly Parton”, comentó Ian Wilmut, refiriéndose a la reina del country estadounidense, que se hizo famosa con su álbum Hello I’m Dolly”, pero antes había sido famosa por sus senos generosos.
Sus demiurgos esperaron siete meses para anunciar el nacimiento de Dolly y lo hicieron público el 22 de febrero de 1997.
Dolly, clonación y debate
Dolly fue la oveja que resultó de una combinación nuclear desde una célula donante diferenciada a un óvulo no fecundado y sin núcleo. La célula de la que venía Dolly era una ya especializada o diferenciada, es decir procedía de un tejido concreto, en ese caso de la glándula mamaria de una oveja adulta.
En este punto, el experimento fue “asombroso” porque hasta entonces se creía que solo podían obtenerse clones de una célula embrionaria, es decir, no especializada.
Dolly fue el único cordero exitoso, que resultó de 277 fusiones de óvulos anucleados con núcleos de células mamarias. Los demás fracasaron.
Vida de Dolly
Dolly no salió nunca del Instituto Roslin. Allí fue cruzada con una oveja macho Welsh Mountain para que tuviera crías. Llegó a tener 6 corderitos. El primero fue Bonnie, en abril de 1998. Un año más tarde nacieron “mellizos”, Sally y Rosie, y el siguiente parto fue de “trillizos”: Lucy, Darcy y Cotton.
En el año 2001, a los cinco años, Dolly comenzó a renguear. Tenía artritis y le calmaban el dolor con pastillas antiinflamatorias. A eso se sumó dos años más tarde una infección pulmonar progresiva y sus creadores terminaron sacrificando a Dolly, el 14 de febrero de 2003.
Como ejemplar descendiente de la raza finlandesa Dorset, se esperaba para ella una expectativa de vida de 11 o 12 años. La autopsia reveló que había contraído un tipo de cáncer pulmonar (Jaagsiekte) que es causado en las ovejas por el retrovirus JSRV. No se supo con certeza si murió joven porque fue una oveja clonada, o si murió joven, pero ya era “vieja” al nacer ya que fue clonada a partir de una célula “vieja” (o adulta).
Su envejecimiento y muerte prematura hizo pensar entonces que al nacer ya tenía 6 años “genéticos” y que al morir alcanzó los 12 de su especie. El Instituto Roslin sin embargo, negó que Dolly hubiera muerto por envejecimiento prematuro.