Alumnos de la Escuela Técnica Nº 2 de Mar del Plata crean, a partir de un proyecto presentado, un artefacto inalámbrico que transmite las señales de audio directamente a los audífonos.
En el último año de cursada, los alumnos de la Escuela Técnica Nº 2 de Mar del Plata deben presentar un proyecto final para la materia Electrónica Integrada que invita a crear o mejorar algo que ya existe. Una de las primeras opciones que surgieron fue hacer un audífono, pero había algunas cuestiones -como, por ejemplo, la intervención de cirujanos para implantar el aparato- que hicieron descartar la idea. Entonces, decidieron llevar a cabo la creación de un aro de inducción magnética para personas hipoacúsicas.
¿Para qué sirve un aro de inducción magnética? “Es una tecnología que transmite las señales de audio directamente a los dispositivos auditivos a través de un campo magnético, reduciendo en gran medida los problemas originados por el ruido de fondo, los sonidos competitivos y otras distorsiones acústicas que reducen la claridad del sonido en lugares amplios”, define Mónica Leguizamón, autora de “Soy hipoacúsica y qué?” y una de las personas que probó el dispositivo.
Con este objetivo en mente, los alumnos se pusieron manos a la obra para hacer el transmisor. “Estos dispositivos valen cientos de dólares y cada parte para armarlo también, por eso utilizamos material reciclado y componentes que tenían tirados en sus casas. La escuela tiene un fondo para los proyectos y los chicos arman el presupuesto para ver cuánto dinero necesitamos o si pueden conseguir los elementos, pero algunas cosas son imposibles de comprar”, detalló Dal Lago.
El dispositivo es inalámbrico y su funcionamiento es similar al de una antena. Las personas que lo utilizan deben contar con su audífono, que hace de receptor de las señales transmitidas. En total, el proyecto duró tres meses y hace pocos días fueron a probar el prototipo al salón para ver si efectivamente funcionaba.
La reacción fue emocionante: “Fue indescriptible, no hay palabras para expresarlo porque es una gran ayuda auditiva. Piel de gallina, emocionada”, expresó Mónica.
Por su parte, el docente manifestó: “Son todos conceptos que los chicos estudian del libro y cuando logran hacer algo, se emocionan. La cara de los chicos, cuando vieron la escena, se emocionaron con la chica que bailaba porque no podían creer que funcionara. Imaginamos esto en los bebés que nunca escucharon, debe ser espectacular”.
Al constatar el resultado positivo, deben presentarlo completo para su funcionamiento real: con caja, estabilizador y con fuentes de energía. Una vez que esté finalizado, será llevado al Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia de Mar del Plata para que quienes vayan puedan oír a la guía.