Esta especie de medusa no tiene cerebro ni corazón pero posee la capacidad ”divina” de vivir para siempre.
Esta diminuta criatura se llama Turritopsis dohrnii. Es una medusa transparente de apenas siete milímetros de longitud que vive en aguas del Mediterráneo y es la única especie inmortal de la tierra porque puede volver por completo a una etapa de inmadurez y renacer.
La inmensa mayoría de los seres vivos, tras la etapa reproductiva, avanzan en un proceso característico de envejecimiento cuyo destino final es la muerte. Sin embargo, esta medusa es capaz de escoger otro camino, revertir su ciclo vital y rejuvenecer.
Lo hace como si fuera una mariposa, pero en lugar de morir cuando alcanza su forma más bella, cambia de nuevo a una oruga. Podría decirse también, que es como si un pollo tuviera la capacidad para volver a ser un huevo, en un ciclo sin fin que desafía al paso del tiempo con el rejuvenecimiento.