En el país, la natalidad esta teniendo una baja significativa debido a la disminución de los embarazos adolescentes, situación socioeconómica y mayor accesibilidad a métodos anticonceptivos.
Argentina está viviendo el descenso más pronunciado de nacimientos en su historia con una tasa de fecundidad que bajó un 34% entre 2014 y 2020, lo que significó en promedio 250.000 nacimientos menos cada año. La provincia de Santa Fe no queda exenta de esta tendencia que va en aumento.
Silvina Vaghetti, directora de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Salud de la provincia, explique que “en Santa Fe viene sostenidamente bajando la natalidad. En el 2019 hubo una tasa de nacimiento (cada 1000 habitantes) que fue del 13%, en el 2020, del 11, y en 2021 repuntó un punto y subió a 12. Pero la tendencia es a la baja“.
Según los datos de Renaper y Anses, en Argentina nacen un 34% menos de chicos de los que se registraron hace cinco años.
Mientras que en Santa Fe hubo en 2019 46.676 nacimientos, en el 2020 fueron 39.000 y durante 2021 alrededor de 42.000, dijo Vaghetti.
Según el informe “Odisea Demográfica. Tendencias demográficas en Argentina: insumos clave para el diseño del bienestar social”, elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), a partir de 2014 la cantidad de hijos que tienen las personas gestantes en edad fértil, comenzó a disminuir “abrupta y significativamente“, como nunca en la historia desde que se tiene registros.
En la Argentina los embarazos adolescentes disminuyeron un 55% entre 2015 y 2020. Los especialistas lo atribuyen a la masividad de la entrega de métodos anticonceptivos de larga duración, a la educación sexual y a los cambios sociales y culturales.
Vaghetti explicó que en la provincia de Santa Fe el embarazo adolescente y la educación sexual se trabaja de manera interministerial para poder abordarla desde la salud y la educación.
Según se explica en el informe que realizó el CIPPEC, las posibles causas de la disminución en la natalidad pueden ser: cambios en las preferencias, conductas sociales y culturales, y cambios en accesibilidad a tecnologías modernas de anticoncepción. La introducción y distribución masiva de un nuevo tipo de anticonceptivo de larga duración (el implante subdérmico) habría tenido un impacto considerable, motorizado por la ampliación de la ESI.