Este lunes, miles de personas, líderes mundiales y nobles asistieron a la Abadía de Westminster, para la ceremonia final en honor a la soberana que reinó durante siete décadas.
A las 6:30 (hora de argentina), finalizó un período oficial de descanso después de cuatro días en los que cientos de miles hicieron cola para desfilar frente al ataúd del monarca que ha reinado más tiempo en Gran Bretaña.
Poco antes de las 11 de la mañana, el ataúd de roble, cubierto con la bandera Royal Standard con la Corona del Estado Imperial en la parte superior, será colocado en un carro de armas y personal naval lo llevará hacia la Abadía de Westminster para su funeral.
Se hicieron presentes 500 líderes mundiales, entre ellos Biden; el emperador Naruhito, de Japón; el vicepresidente chino, Wang Qishan; y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa.
También asistirán los bisnietos de la reina: el príncipe George, de 9 años y la princesa Charlotte, de 7; los dos hijos mayores del ahora heredero al trono, el príncipe William.
“Todos pensábamos que era invencible”. Tal era su longevidad y su vínculo inextricable con Gran Bretaña que incluso su propia familia se sorprendió con su muerte. “Todos pensábamos que era invencible“, dijo el príncipe William a los simpatizantes.
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