“El objetivo es tener una justicia efectiva y rápida”, señaló el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, quien viajará a Rosario para participar del acto en el cual se formalizará la puesta en marcha del nuevo sistema.
La provincia de Santa Fe es el cuarto distrito en adoptar en nuevo sistema, luego de que las provincias de Salta y Jujuy y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que lo pusieran en marcha en el año 2019. Para las autoridades nacionales, se trata de un cambio necesario para darle mayor celeridad a las investigaciones por narcotráfico y por otros delitos federales (lavado de activos, contrabando y secuestros) cometidos en territorio provincial.
El profundo cambio en la Justicia Federal implica dejar de lado los procesos escritos para pasar a la oralidad, tal como ocurre en la Justicia penal de Santa Fe a partir de la reforma puesta en marcha en 2014. Así, serán los fiscales quienes tendrán el mando de las investigaciones y los jueces ocuparán un rol de control de garantías.
La medida se da partir de la resolución del Ministerio de Justicia de la Nación que en marzo pasado ordenó la “inmediata implementación” del Código Procesal Penal Federal, para así dejar atrás el sistema mixto con el que funcionó el fuero judicial desde 1994: escrito en la etapa de instrucción y con trámite en los Juzgados; y oral en la fase de juicio en los tribunales orales.
A partir de la nueva reforma, las causas pasarán a estar en manos de los fiscales del Ministerio Público Fiscal quienes tendrán un rol decisivo en la persecución del delito, ya que serán quienes inicien una investigación judicial (por medio de un legajo judicial que suprime el viejo expediente) e impulsen la causa hasta el final.
Los jueces, en tanto, pasarán a tener un rol de garantías, por lo que fallarán, en audiencia oral y pública, en base a las pruebas que presenten los fiscales y defensores que intervengan un determinado conflicto penal.
Los viejos juzgados federales funcionarán en paralelo al nuevo sistema acusatorio con las causas que tienen en trámite.El inicio de cada causa estará a cargo de una Oficina de Gestión Judicial, que se encargará de la organización “administrativa y operacional” de las audiencias orales y definirá qué jueces las encabezarán.
El cambio de modelo judicial abarca a toda la jurisdicción de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, que tiene lugar en Santa Fe capital, Rosario, Rafaela, San Lorenzo, Venado Tuerto y la ciudad de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
Dentro del sistema acusatorio, el plato fuerte lo tendrán los fiscales federales que, tras implementarse la oralidad, dejarán de trabajar en Fiscalías separadas y pasarán a ocupar una sola Unidad Fiscal.
Quedó afuera la Justicia Federal de Reconquista que, si bien se encuentra en territorio de la provincia, provisoriamente seguirá bajo el sistema mixto. En la etapa de investigación, las causas se tramitan en el Juzgado y Fiscalía federal de la ciudad y tienen su revisión ante un tribunal superior con sede en la Cámara Federal de Resistencia, en la provincia de Chaco. Pero cuando la causa es elevada a juicio, el hecho se juzga en el Tribunal Oral Federal de calle Primera Junta y San Jerónimo, de la ciudad de Santa Fe.
