En la noche del miércoles 20 y no precisamente para festejar el dia del amigo, se reunieron de “urgencia” en la Quinta de Olivos, el Presidente, la Ministra de Economía y Sergio Massa. De esta reunión surge que el gobierno ya habría tomado la decisión de devaluar entre un 20% y un 25%, aunque estos porcentajes serían insuficientes para equilibrar la balanza comercial de Argentina, sería un paliativo, no una solución.
Están dispuestos a soportar el costo político que esto les generaría, pero prefieren “dibujar esta devaluación sigilosa” a ver faltante de productos esenciales en la casa de cada argentino, escenario probable en el término de 30/45 días.
El Economista Carlos Melconian dice que “esto es un ajuste clásico, de manual de principiante, ya lo habíamos anticipado durante el último año, no hay de que sorprenderse a esta altura. Las crisis son todas iguales, son económicas y políticas”
Lo cierto es que ya no hay dólares para pagar las importaciones, no solo del gas y gasoil, sino también de materias primas muy básicas como la pasta celulósica para fabricar papel higiénico, químicos, medicamentos, insumos para el campo, repuestos sumamente necesarios, y la lista es interminable.
“La situación se ha descontrolado en demasía. El acuerdo con el FMI fue un acuerdo entre el hambre y las ganas de comer, pero a esta altura, eso ya dejó de ser urgente. La urgencia es la inflación y que hay más de un 50% de la población que es pobre y no tienen qué comer” dijo Melconian.
No es el final, recién es el comienzo. Así lo indican los líderes de los movimientos sociales (y piqueteros) como Juan Grabois que habla de “sangre” y Raúl Castells que “amaga saqueos a supermercados”.