Con un presupuesto de más de $ 80.000 millones, hay comisiones que no fueron constituidas y llevan casi un año y medio sin funcionar.
En los pasillos del Congreso circula un comentario entre los empleados legislativos que dice que “si buscan un político no lo busquen en Diputados o el Senado, vayan a los canales de televisión“.
La ironía, un poco filosa, refleja lo realizado hasta estos días por ambas cámaras, con una escasa actividad tanto en sus recintos como en comisiones, en parte por la agenda que intenta imponer Cristina Kirchner y la falta de consenso entre el oficialismo y la oposición.
La actividad en ambas cámaras se vio atravesada por la polarización política, acentuada tras el intento de magnicidio contra la ex presidenta al llevar al límite los enfrentamientos entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio, puja que ya hizo fracasar, en 15 días, dos sesiones en Diputados, que no se reúne desde principios de julio para tratar leyes.
La semana pasada estaba previsto que Diputados sesione con un temario “light”, pero la relación entre el oficialismo y la oposición se tensó aún más y la sesión fue reprogramada para el próximo jueves.
Será después de que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, brinde su primer informe de gestión en la Cámara baja, pese a que el gobernador de Tucumán con pedido de licencia asumió el cargo hace un año y tendría que haber visitado mes por medio a ese cuerpo.
Pero las estadísticas no hacen más que confirmar la inactividad del Congreso. En Diputados hubo 7 sesiones y una Asamblea Legislativa, que marcó el inicio del periodo ordinario. De las 7 sesiones, una fue para aceptar la renuncia del actual ministro de Economía, Sergio Massa, y designar a Cecilia Moreau como nueva titular del cuerpo. La otra fue para expresar el repudio de la Cámara al atentado contra la vicepresidenta.
Fuente: Clarín