A partir de diciembre, los diputados y senadores nacionales ya no tendrán sus sueldos congelados y recibirán un aumento del 30%, en línea con la paritaria negociada por los trabajadores del Congreso.
La semana pasada la titular del Senado, Cristina Kirchner, y la actual titular de la Cámara Baja, Cecilia Moreau, anunciaron una suma fija de $30 mil a los trabajadores parlamentarios.
En julio pasado, al confirmar el aumento salarial del 69% para los empleados del Congreso nacional, la titular de la Cámara de Senadores, Cristina Kirchner, y el entonces presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, decidieron que cualquier aumento para senadores y diputados debía ser aprobado desde entonces por votación.
Hoy, un diputado cobra en mano alrededor de $340.000 y un senador casi $350.000. A eso se suman “adicionales”: “gastos de representación”, movilidad, y un extra por “desarraigo” para el caso de los legisladores que provienen del interior, que son la mayoría.
Así, por ejemplo, en el caso de un senador, todos los adicionales llegan a $90.366,54, según información de la página oficial de la Cámara Alta.
Aunque los gastos de representación y movilidad son un monto fijo que no varía por ahora, el “desarraigo” supone el 14% de la dieta; es decir, estará alcanzado por el aumento del 30% de las dietas. Por lo tanto, un senador podría llegar a cobrar desde el mes que viene, en total, aproximadamente $502.000 en mano.