Según la titular del FMI, Kristalina Georgieva, el Poder Ejecutivo dijo que se aplicarán tributos temporales a las importaciones para alcanzar el superávit fiscal, así como también se fortalecerán los impuestos a los combustibles.
Luego de que el directorio del FMI sellara la séptima revisión del acuerdo con la Argentina y enviara los US$4700 millones, el Gobierno se comprometió con el organismo a subir una serie de impuestos y levantar las restricciones cambiarias “en el corto plazo”.
Según lo que expresó la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, tras la reunión, el Ejecutivo dijo que para alcanzar el superávit fiscal se aplicarán tributos temporales a las importaciones y se “fortalecerán” los gravámenes a los combustibles.
La Junta Ejecutiva del Fondo evaluó que los objetivos clave del programa hasta finales de diciembre de 2023 “no se alcanzaron por amplios márgenes debido a graves reveses en materia de políticas, lo que requirió la aprobación de exenciones de incumplimiento”.
En ese sentido, el organismo destacó:“La nueva administración está tomando medidas audaces para restaurar la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los impedimentos de larga data al crecimiento. Estas medidas iniciales evitaron una crisis de balanza de pagos, aunque el camino hacia la estabilización será difícil”.
Asimismo, señaló: “El ambicioso plan de estabilización acordado se centra en el establecimiento de un ancla fiscal fuerte que ponga fin a todo financiamiento del gobierno por parte del Banco Central”.
En concreto, siempre de acuerdo a la postura del organismo, el Gobierno se comprometió a implementar “una combinación de impuestos temporales relacionados con las importaciones y el fortalecimiento de los impuestos a los combustibles, junto con esfuerzos para racionalizar los subsidios a la energía y el transporte, los costos administrativos y las políticas de menor prioridad”.
“Tras el realineamiento del tipo de cambio, la política cambiaria debería continuar asegurando los objetivos de acumulación de reservas. Se están tomando medidas importantes para abordar el gran sobreendeudamiento comercial y crear un sistema de importación más transparente y basado en reglas. Además, las autoridades se han comprometido a eliminar en el corto plazo las restantes restricciones cambiarias distorsionantes y las prácticas monetarias múltiples, y a desarrollar planes para desmantelar gradualmente las medidas de gestión de los flujos de capital, según lo permitan las condiciones”, detallaron las autoridades.
En ese contexto, remarcaron: “La postura de la política monetaria debería evolucionar para respaldar la demanda de dinero y la desinflación, mientras que el marco y las operaciones de la política monetaria se ajustarán para fortalecer su papel de anclaje. Seguir fortaleciendo el balance del Banco Central sigue siendo una prioridad”.
“Con el tiempo, se prevén medidas fiscales de mayor calidad para lograr mejoras estructurales en los ingresos y el gasto y asegurar la consolidación y una distribución más equitativa de la carga”, insistió el Fondo.
De todas formas, el FMI advirtió: “El camino hacia la estabilización será desafiante y requerirá una implementación firme de políticas y una formulación de políticas ágil. Una comunicación clara y una asistencia social bien orientada serán fundamentales para generar apoyo social y político para el programa”.