El poderoso instrumento de la NASA comenzó a operar en julio de 2022 y desde entonces envío impresionantes imágenes del universo.
El 12 de julio de 2022, un nuevo paisaje estelar se reveló ante nuestros ojos: se trataba de la imagen más completa del Universo que se había capturado hasta el momento. Desde entonces, el telescopio espacial James Webb ha traído a la Tierra decenas de imágenes que no sólo han encantado nuestros ojos, sino han dado pie a nuevos descubrimientos sobre el espacio exterior. Hoy, a dos años de su primera muestra, trae de nuevo una imagen impresionante.
Un pingüino cósmico
El doctor Néstor Espinoza, en entrevista con National Geographic, explicó que la imagen captada por el telescopio espacial es como un pingüino con un huevo, sin embargo está muy lejos como para ser algo de este mundo. El miembro del equipo encargado del Webb declara que lo que estamos mirando es el momento en el que dos galaxias colisionan.
“Este es justamente un ejemplo de esta interacción de galaxias, de esta dinámica que existe constantemente en un universo. Y de hecho, eventualmente va a suceder con nuestra propia galaxia“, cuenta Espinoza. “Nuestra galaxia va eventualmente a cruzar e interactuar con la galaxia de Andrómeda, que es la galaxia más cercana, una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea, que es nuestra galaxia“.
Hacia un nuevo entendimiento del Universo
Entre los hallazgos más significativos que ha realizado este telescopio espacial, se encuentran los descubrimientos de agua en planetas fuera del Sistema Solar. Estas pistas son los primeros pasos hacia pensar en posibles seres con vida en el espacio exterior.
Detrás de una imagen del Webb
Para poder crear una imagen tan impresionante como la del pingüino cósmico, el telescopio Webb debe pasar la información en infrarrojo que recibe al laboratorio, donde artistas y científicos la interpretan y la transforman en lo que nosotras vemos ya publicado en las páginas de divulgación.
“El telescopio espacial James Webb observa en colores de la luz que nosotros le llamamos el infrarrojo“, cuenta Espinoza. “Son colores que nuestros ojos y nuestro cerebro no pueden procesar. Aún así, podemos construir instrumentos que pueden observar en colores que nuestros ojos no pueden“.
Sin duda, el James Webb ha cambiado nuestra forma de entender el Universo como en su momento lo hizo el Hubble y siglos atrás lo hicieron los primeros telescopios. Es imposible predecir lo que sabremos gracias al Webb pero sí podemos disfrutar los espectaculares paisajes cósmicos que se revelan poco a poco por primera vez.