Según el último informe del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 32,7% de los hogares y 43,1% de las personas se encuentran bajo la línea de la pobreza en el país.
Hay 18 millones de personas pobres y 3,3 millones de indigentes. El director del observatorio, Agustín Salvia, alerta que “estamos ante la tercera generación de pobres en el país”.
La pobreza es un problema que el país arrastra desde hace poco más de cuatro décadas. Esto ha provocado que más de un tercio de los hogares no tenga capacidad de consumo, además de las fallas económicas estructurales del sistema económico-productivo que existen.
En este marco de desigualdades estructurales de larga data, el informe confirma que existe una persistencia en los niveles de indigencia y pobreza durante el período analizado (2010-2022). Por otro lado, la emergencia sanitaria por el Covid-19 en el año 2020 profundizó aún más el deterioro que se venía ya exhibiendo en las capacidades monetarias de los hogares.

De acuerdo con los resultados del informe “Trabajo, empleo, inactividad forzada y exclusión social. Argentina Urbana 2010-2022”, la tasa de empleo subió del 58,8% registrado en 2021 a 64,3 % este año. Solo el 40,3% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos, mientras que el 8,7% de esta población se encontraba desempleada y el 23,0% sometida a un subempleo inestable, es decir, realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación. Al mismo tiempo, el 28,0% contaba con un empleo regular, pero precario, con niveles de ingresos superiores a los de subsistencia y sin afiliación al sistema de seguridad social.
Además, en 2021, la tasa de desocupación fue de 9,1%. Hubo una posterior reactivación que generó este año que la desocupación disminuyera al 8,7%. Entre otros datos, recolectado por la Encuesta de la Deuda Social Argentina de la UCA, entre julio y octubre de 2022, se señala también que aproximadamente un 50% de la población activa no posee un empleo con plenos derechos laborales.