Leonardo Gastón Godoy, Juan Daniel Godoy, Brian Carlos Altamirano y Pascual Fernando Fagundes, considerados coautores y condenados a prisión perpetua.
En 2020, Rocío Vera fue agredida sexualmente y asesinada por un grupo de seis varones.
Por unanimidad, la Cámara Penal de Apelaciones integrada por los jueces Sebastián Creus, Enrique Ramón Álvarez y Fernando Marcelo Gentile Bersano, confirmó la sentencia que condenó a Leonardo Gastón Godoy y Pascual Fernando Fagundes; y revocó las absoluciones de Juan Daniel Godoy y Brian Carlos Altamirano como coautores de los delitos de abuso sexual con acceso carnal, doblemente agravado: por la intervención de dos o más personas, y por la intervención de menores de edad; en concurso real con homicidio, con cuatro agravantes: por haber sido cometido con alevosía, por haber matado para ocultar otro delito, por mediar violencia de género; y por la intervención de menores de edad, imponiéndoles a todos la pena de prisión perpetua.
Anteriormente, los jueces Martín Gauna Chapero, Gustavo Gon y Sergio Olivera habían condenado a Leonardo Godoy y a Pascual Fagundes a prisión perpetua, mientras que habían absuelto de culpa y cargo a Juan “Cuatri” Godoy y a Brian “Bebe” Altamirano.
La acusación del fiscal Aldo Gerosa fue acompañada por las querellas de la hermana de Rocío y las O.N.G. Democracia Directa, Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos y Juanito Laguna, representadas por Carolina Walker Torres y Matías Pautasso; y de la mamá de la víctima, con representación de María Laura Tailleur y Mariana Beatriz Cisera, del Centro de Asistencia Judicial a la Víctima.
Para confirmar las dos condenas impuestas por el tribunal de juicio, los camaristas sostuvieron que Leonardo Godoy y Pascual Fagundes “han ejecutado parte o partes de las conductas que llevaron a la muerte de Rocío Vera, que esa muerte fue causada por los golpes que sufrió en su cabeza, y que sufrió otras lesiones diversas en varias partes de su cuerpo, que, además, fue abusada sexualmente si no por cada uno de ellos, al menos colaboraron en las violencias que generaron las condiciones para su sometimiento antes, mientras o con posterioridad a que se extinguiera su vida”.
La prueba de las condenas está en las declaraciones de los dos agresores condenados por el Tribunal de Menores, quienes describieron las intervenciones de los presentes, “declaraciones que encuentran comprobación por otras pruebas tales como los rastros y marcas dejados en el lugar de la muerte, manchas de sangre en vestimenta, el análisis del palo con que la golpearon y otro elemento que fue utilizado con el mismo fin, análisis y determinación de ADN”.
El caso
El lunes 13 de julio de 2020, minutos después de las 17:30, se encontró el cuerpo de una joven en un descampado del barrio Carmen Luisa de Reconquista. Se trataba de Rocío Vera, quien había sido vista por última vez el domingo 12 de julio, cuando se fue de la casa de su papá en el barrio La Loma. Rocío tenía 14 años y estaba embarazada; a simple vista se notaba que había sido sometida a un brutal asesinato.
La investigación encabezada por Aldo Gerosa permitió reconstruir los hechos: la madrugada del domingo 12 de julio de 2020, Ezequiel “Pulo” Godoy convenció a Rocío Magali Vera a ingresar a la casa donde estaban también sus hermanos Leonardo Gastón “Vieja” Godoy y Juan Daniel “Cuatri” Godoy; Brian Carlos Altamirano, conocido como “Bebé” o “Morza”; Pascual Eduardo Fagundes, apodado “Lele” o “Llanta”; y el menor de edad, Luis Fernando Velázquez, conocido como “Locha”.
Cuando Rocío ingresó, el grupo comenzó a decirle que la iban a violar; Rocío se resistió y comenzó a gritar, entonces Leonardo Godoy, Altamirano y Fagundes la retuvieron y comenzaron a abusar de ella de manera alternada, mientras el resto del grupo la retenía. Cuando Rocío intentó escapar de sus agresores, Ezequiel Godoy la golpeó con un palo de madera en la cabeza, cerca de la oreja izquierda y luego dos veces más, en la frente y en el cuello, mientras que “Lelé” Fagundes tomó un hierro y la golpeó en la mejilla y en el cráneo, golpes que la dejaron semi inconsciente y que le ocasionaron a Rocío gravísimas lesiones que le ocasionaron la muerte unas 4 horas después.
Los hermanos Godoy y Altamirano también le pegaron; después, entre todos la llevaron, aún agonizante, a un pastizal ubicado al fondo y vecino al patio de la vivienda ocupada, arrastrando el cuerpo por el piso; en el camino pasaron por encima de un fogón con brasas encendidas, llegaron hasta un alambrado tejido, cruzaron el tejido y arrojaron a Rocío en un montón de tierra y basura. Allí, los hermanos Godoy volvieron a abusar de la joven. Luego buscaron una azada y volvieron para carpir el suelo, ya que habían quedado manchas de sangre, y empujaron el cuerpo varios metros más lejos, dejándolo oculto entre las malezas para intentar evitar que se encuentre a Rocío.
Los agresores volvieron a la vivienda, se cambiaron de ropa y la ocultaron en el freezer para poder descartarla al día siguiente. Antes de irse, amenazaron de muerte a Velázquez, quien no participó ni de los abusos ni de los golpes, para que no cuente nada de lo que había visto.