Después de una pálida campaña electoral para decidir quien sería el Intendente de Avellaneda hasta el 10 de diciembre de 2023, donde las tres listas opositoras no lograron esbozar siquiera media idea, con la básica misión de presentarse a los fines de cumplir con la Ley Electoral, era de esperarse que Gonzalo Braidot lograra un amplísimo resultado. Lo que nadie esperaba que la diferencia fuera tan abultada, incluso superándose a si mismo respecto de la elección del año pasado, donde se presentara como candidato a Concejal.
Braidot hizo su parte, cumplió con su corto mandato interino, pero en esta elección se recibió finalmente de político, definitivamente poniéndose el saco del cuarto Intendente de la Ciudad de Avellaneda, después del advenimiento de la democracia en el 1983.
Delki Scarpin, Orfilio Chacho Marcon, Dionisio Scarpin sembraron el campo donde sin restarle méritos propios, Gonzalo Braidot continuará la dinastía radical gobernante desde hace 39 años.
Imposible pensar en la fantasía que algún otro sector político logre siquiera presentar alguna mínima propuesta, el vacío opositor en Avellaneda es el patético resultado de grupos aislados sin rumbos, grupos cerrados y sin cuadros políticos que inspiren a los ciudadanos a votar “algo”.
¡Braidot cumplió! La ciudadanía también. Avellaneda se asegura la continuidad de potentes gestiones que hacen de esta comunidad una gran ciudad. El lunes será otro día más en Avellaneda, nada cambiará, solo mejorará.
En las 68 mesas habilitadas, se contabilizaron 10.464 votos válidos.
- Gonzalo Braidot 7.556 votos.
- Dito Gonzáles 1.706 votos.
- Lucio Vallejos 851 votos.
- Elois Casafús 217 votos.
Las elecciones generales serán el próximo domingo 16 de octubre.