Según la psiquiatra y sexóloga brasileña Carmita Abdo, la abstinencia involuntaria es mala para la salud: puede causar angustia y malestar.
“Es una cuestión de voluntad personal y libre. Aquellos que no quieran tener relaciones sexuales durante un cierto período, si no sienten dolor, no tienen que preocuparse. El problema es cuando quieres hacerlo, sin embargo, por múltiples razones, como la falta de oportunidad, de un lugar adecuado o de una pareja, no lo haces y sientes la necesidad de hacerlo. Eso provoca una sensación de vacío, un deseo descontrolado, que conduce a resultados negativos”, explicó la especialista
Los resultados negativos pueden provocar una crisis de ansiedad creada por el deseo insatisfecho, que puede progresar a la depresión del sistema inmunológico y más tarde del sistema nervioso central.
Además, agregó que puede hacer estragos en el autoestima de la persona: “Comienza a preguntarse si es lo suficientemente bonita o por qué nadie está lo suficientemente interesado en ella como para no querer irse a la cama”.