En la nómina de 13 figuras para reemplazar a Baclini, se destacan la auditora general y hasta uno de los fiscales rosarinos que más apuntó al poder político.
En abril del año que viene se vencen los mandatos directivos (fiscal general y fiscales regionales) y de la Auditoría General de Gestión del Ministerio Público de la Acusación (MPA). En septiembre cerró la inscripción al concurso y quienes se anotaron y van a competir por la lapicera única de conducción de la fiscalía general, en mano de Jorge Baclini, son 13 figuras de alto perfil. Once son varones, dos mujeres, varios ya dirigieron fiscalías regionales y hay dos que actualmente son jueces de cámara.
Entre los y las candidatas, había dos que se perfilaban ya desde hace un tiempo. Se trata de María Eugenia Iribarren, actualmente fiscal regional de Rosario, y el el fiscal regional de la capital provincial, Carlos Arietti.
Iribarren llegó a ese puesto tras la destitución y posterior detención del exfiscal regional Patricio Serjal, imputado como organizador de una asociación ilícita que protegía el juego ilegal en la provincia. Antes había sido jefa de la Agencia de Criminalidad Organizada. En esta ocasión, hará un doble concurso ya que también se anotó para sostener la fiscalía regional de Rosario. En cambio, Arietti, de un altísimo perfil y con contrapuntos de alto voltaje con el exministro de Seguridad, Marcelo Sain, va por todo o nada, no busca renovar su cargo y sólo se anotó para el concurso de fiscal general.
Otro nombre fuerte en la carrera es el de María Cecilia Vranicich, actual auditora general del MPA, un órgano técnico y que ejerce el mayor control a los funcionarios de la propia estructura. En todos los casos en los que la Legislatura investigó a fiscales, ella tuvo que rendir cuentas de la investigación interna que se había llevado adelante.
De todo el listado, hay un nombre que genera muchísimo ruido político y es el de fiscal rosarino Luis Schiappa Pietra. En dupla con su par Matias Edery, en 2019, imputaron como jefe de una complejísima estructura criminal a Esteban Lindor Alvarado, un narco al que algunos catalogan como más poderoso que la banda Los Monos y en el marco de una investigación de juego clandestino y coimas en la que detuvieron a su propio jefe, el exfiscal regional Patricio Serjal, también intentaron imputar al histórico senador del PJ Armando Traferri, salvado por su propia Cámara que decidió no quitarle los fueros y por cinco de los seis miembros de la Corte que avalaron la inmunidad parlamentaria. Schiappa Pietra decidió anotarse para competir por la fiscalía general y también por la fiscalía de Rosario.
El listado de 13 se completa con los jueces de Cámara, Roberto Prieu Mántaras y Javier Beltramone; el fiscal de Cámara, Fernando Palmolelli; el exfiscal regional de Venado Tuerto, Alejandro Sinopoli; el fiscal, Eduardo Lago; el fiscal regional de Reconquista, Rubén Martínez; el fiscal rosarino, Carlos Covani; el fiscal de Venado Tuerto, Horacio Puyrredon y un secretario de Cámara Penal de Río Negro, Luis Ceserani, que se inscribió además para concursar las cinco fiscalías regionales y también como Defensor General.
Las gestiones que vencen en abril del 2023 son las del fiscal general, el único que no tiene reelección; y la de los fiscales regionales Carlos Arietti (Santa Fe); Rubén Martínez (Reconquista) y Diego Vigo (Rafaela), y los dos interinos María Eugenia Iribarren (Rosario) y Matías Merlo (Venado Tuerto). También terminan sus mandatos la Defensora General Jaquelina Balangione, y ya hay cinco inscriptos para sucederla.