La líder del Partido Conservador y Unionista había asumido el 6 de septiembre, luego de la salida de Boris Johnson. Luego de 44 días, este jueves presentó su dimisión al cargo. La propuesta con la que llegó al poder fracasó, la lluvia de críticas y renuncias de ministros fueron insostenibles y perdió el apoyo de su gabinete. Los laboristas piden elecciones generales.
Un frustrado plan económico presentado por el Gobierno el mes pasado causó inquietud en los mercados y una crisis política que incluyó el reemplazo del ministro de Finanzas, varios giros de 180 grados, un quiebre de la disciplina en el partido gobernante y un final cantado para Truss.
Seis parlamentarios conservadores se habían sumado este miércoles a diputados de su Partido Conservador pidieran su renuncia y otros tantos integrantes del oficialismo, en respuesta a que la premier dijera que es una “luchadora” y no alguien que se rinde.
Al renunciar, Liz Truss se convierte en la primera ministra del país que menos tiempo ha estado en el cargo, con apenas seis semanas de mandato. Además, es el cuarto primer ministro británico en dimitir de forma consecutiva. Anteriormente lo hicieron David Cameron, Theresa May y Boris Johnson.
En las puertas de Downing Street, la mandataria aseguró que presentó “una visión de una economía de alto crecimiento y bajos impuestos que aprovecharía las libertades del Brexit. Sin embargo, reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador”.
Su llegada estuvo marcada no sólo por un proceso de elección intenso para los conservadores, sino también por el fallecimiento de la Reina Isabel II, que luego de ver 14 primeros ministros, murió un día después de que Truss asumiera.
Fuente: El Litoral