Choferes de taxis y remises se manifestaron en la explanada de la Municipalidad a modo de protesta contra el funcionamiento de las aplicaciones de transporte.
Las aplicaciones de viajes vuelven a tomar relevancia en la ciudad de Santa Fe luego de que taxistas reconocieran una caída del 30% ante el aumento del uso de este tipo de servicio, que no está regulado en la capital provincial.
Durante el pasado martes, choferes de taxis y remises se manifestaron en la explanada de la Municipalidad a modo de protesta contra el funcionamiento de las aplicaciones de transporte.
La postura de un chofer de Uber en Santa Fe
Marcos, trabajador de Uber en la ciudad de Santa Fe, contó su experiencia con la aplicación: “Me anoté para Uber después de trabajar en otra aplicación. Me pidieron antecedentes penales, seguro y papeles del auto. Estoy en regla porque tengo todo y hace un año que estoy trabajando en Uber. Me va bien y es muy seguro”.
“Pude cambiar el auto y lo que la gente busca es buenos precios, además de que se sienten muy seguros viajando con nosotros porque desde la aplicación pueden compartir el viaje hacia un familiar o un amigo, teniendo todos los datos de nosotros”, indicó.
“Entiendo que no estamos habilitados y no tenemos las cosas que le piden a taxistas y remiseros, pero a la vez es una salida que para nosotros que no conseguimos trabajo, nos ayuda a poder comprar medicamentos, pagar impuestos y alimentar a nuestras familias”, sostuvo.
Respecto a su relación con la empresa, Marcos contó: “Lo máximo que te deja trabajar Uber son 12 horas y te obliga a descansar seis horas. Trabajando 12 horas, siete días a la semana, se saca arriba de 200 mil pesos por semana. Los viajes son continuos, lo único que hacemos es cargar gas y seguir”.
“Al pedir un Uber, tenés todos los datos del auto, mi nombre y apellido, mi número de documento, mi foto, sabes qué auto te va a buscar, el color, tenés todo. Si hay un accidente, la empresa te da un seguro aparte. Hay dos seguros: el del auto y el que te da la empresa, que es para el pasajero y para el chofer”, destacó.
Y cerró: “A nosotros los clientes nos pueden calificar o reportar en la aplicación y nos suspenden o nos echan de la aplicación, ante cualquier problema”.
La postura de un remisero de Santa Fe
Luis, remisero de la ciudad de Santa Fe, postuló: “Nosotros estamos en forma legal y no hay mucho para discutir. Es como el que tiene un kiosco habilitado y otro que no está habilitado”.
“A mí me tiene que calificar o hacer cumplir la ley mi Municipalidad, que es la que me controla cada seis meses. Si alguien me denuncia, tengo el ente que me va a suspender o me va a hacer cumplir con mi reglamentación”, afirmó y lanzo: “La realidad es que en Santa Fe estamos los tres transportes: el de pasajeros, el taxi y el remis”.
Para Luis, la discusión es muy despareja porque “los controles nuestros son efectivos” y sentenció que los trabajadores de Uber “no están cumpliendo con la responsabilidad que tienen que cumplir”.
Sobre si ve la posibilidad de que las empresas convivan en Santa Fe, el remisero dijo: “Es muy simple, tienen que pagar lo que se paga como en todos lados. Tenés que reglamentarte y listo”.
La postura de la Federación de Remises de Santa Fe
Alejandro Haedo, secretario general de la Federación de Remises, también se sumó al debate y fue tajante: “Estoy sorprendido y anonadado por la apología del delito que hace Uber y la gente que trabaja con Uber porque están delinquiendo al no pagar, al no tributar, al no tener seguro, arriesgando la salud física de los transportados. Es una locura”.
“Uber nunca quiso venir a Santa Fe. Nunca nos opusimos a que se inscriba en la AFIP, que abra un local con domicilio fiscal, que se inscriban como monotributistas y paguen un seguro”, apunto y señaló: “Tenemos que tomar las cosas con seriedad, entiendo que quieren debatir esto, pero no le pueden dar entidad a un fantasma”.
Haedo sostuvo que a los remiseros les ha costado mucho tener el servicio en Santa Fe, “que es absolutamente cristalino”.
“Uber no tributa en el país, se la llevan afuera. Se lo llevan a Estados Unidos y a Holanda”, dijo y declaró: “Las aplicaciones en Buenos Aires devastaron al taxi y hoy son mas caras. No tributan nada, le dicen que tienen que cobrar al que pone el auto y se la llevan toda”.
